Author's Chapter Notes:
Esta es mi segundo fic de BTVS y también podría decir que de Angel, pues aparecen personajes de ambas series.
Es el primer fic que publico en esta página, algun día me gustaria intentar traducirlo al ingles, pero mientras tanto mejor lo dejo como está. Empecé a escribirlo hará un par de meses, pero aun continuo en ello.

El primer capitulo es más bien como un prólogo pues es algo cortito, sobre todo en comparación con los demás.

Por otra parte aclarar que sólo he estado en Inglaterra un mes y concretamente solo he ido a Londres un día, asi que aunque suelo investigar un poquito antes de meter cosas en el fic, puede que halla alguna metedura de pata, aunque espero que no.

Por último sólo tengo que decir que espero que os guste y que disfruteis de la lectura.
Autora: Lluvia o Alexandra

Resumen: Buffy es una adolescente de la Inglaterra de finales del XIX, ella y su familia trabajan como criados en la casa de una familia de clase alta, desde antes de que ella naciera. Sus amigos tambien son criados y trabajan en la casa de en frente. Buffy contará su dia a dia, su vida y las de los que la rodean y descubrirá cosas dificiles de entender para su inocente mente victoriana.

Pairing: Spuffy, entre muchos otros, que no contaré para no desvelar nada ;P

Tiempo: Universo alternativo, Fantasia/all-human, desde 1885 en adelante.

Raiting: La mayor parte del fic diría que es casi para mayores de 13, 15 o así, pero le he puesto un rating más adulto, porque habrá algunas partes del fic que sean para adultos, asi que prefiero cubrirme las espaldas.




Capitulo 1: Esta soy yo


- Venga, levántate ya, perezosa

- Ya va, mamá – murmuro levantándome de la cama, apartando las mantas, acto seguido comienzo a temblar de frío sentada inmóvil en el borde, mientras observo a mi madre anudarse el corsé, yo aun no se ponérmelo sola.

- ¿Pero que haces ahí parada? – pregunta mi madre girándose hacia mi – Vamos, vístete, que te vas a quedar helada.



Acto seguido me levanto desperezándome, busco mis medias de invierno y me las calzo mientras pienso que en solo cinco días tendré al fin mi propia habitación, nunca he dormido sola. Cuando éramos pequeños, mi hermano y yo dormíamos juntos y cuando mi padre murió, empecé a dormir con mi madre.

Me he debido quedar en la inopia otra vez, porque mi madre me esta metiendo prisa de nuevo, sin moverme de la cama, cojo los pololos de franela y meto las piernas anudándomelo a la cintura y atando las cintas por debajo de las rodillas mientras oigo a mi madre quejarse de nuevo, por lo lenta que soy. Aun tiritando me saco el camisón y me enfundo en la combinación. Mi madre se gira, ya completamente vestida, para ayudarme a ponerme el corsé, tengo que agarrarme a la cama, para no asesinarla por los tirones que me da, según ella el corsé tiene que oprimir y enderezar la figura. Después de eso, sale por la puerta, no sin antes gritarme que no se me olvide bajar sus guantes y su sombrero cuando termine de vestirme.

Bueno, a todo esto, aun no me he presentado, tengo 16 años, soy rubia y con ojos verdes y por lo que parece me voy a quedar así de bajita, me llamo Buffy Summers…

- ¡Annie! ¡Ponte al menos dos pares de enaguas! – grita mi madre desde la cocina

- ¿¡cuatro!? – contesto asombrada dirigiéndome a la puerta

- Ya me has oído jovencita – contesta mi madre mientras la oigo subir por la escalera de servicio hacia el cuarto de la señora.

¿Qué os estaba contado? ¡ah, si! Vale, me habéis pillado, me llamo Anne Bridgitte Summers, pero todos mis amigos me llaman Buffy. Mi hermano me puso ese nombre porque según él, cuando éramos pequeños, yo solo sabía decir Buffff.

Hoy vamos a la iglesia, por eso mi madre, va a vestir hoy a la señora, aunque yo soy su doncella. Mi madre se ocupa de la cocina y parte de la casa, yo de la otra parte, mi hermano, se ocupa de los caballos, es el lacayo y el sirviente del señorito, aunque el señorito es un año más joven que él.

Ya me he vuelto a ir por las ramas, será por el horror de tener que llevar cuatro enaguas, aunque mi madre y la señora llevan seis. Decía que hoy es un día especial, es el aniversario de la muerte de mi padre y del señor, murieron hace ocho años, ahogados cuando el barco que los traía de vuelta de Alemania, naufragó. Así que, esta mañana vamos a una misa en memoria de ambos, lo hacemos todos los años. Mi madre se va a poner hecha una furia si me ve que aun estoy en ropa interior, así que disculpadme un segundo.


Buffy termina de ponerse las enaguas, se pone el cubrecorsé y el polisón con rapidez, luego rebusca en la cómoda hasta sacar la bajo-falda, después se dirige al armario y saca una falda negra de tela gruesa, una blusa blanca y una basquiña también negra.

Aunque hayan pasado ocho años, mi madre aun viste de luto, los demás, incluida la señora, solo llevamos luto durante este día, aunque la señora nunca ha vuelto a usar colores llamativos, claro que es cierto, que está muy delicada de salud y ya apenas sale de casa.

He descubierto un peinado nuevo que me sienta genial, pero estoy segura de que a mi madre le parecería indecente, para ir a la iglesia, así que me dejare el flequillo y me haré un moño bajo. Están haciendo ruidos en la entrada, los chicos deben estar bajando a la señora, le cuesta mucho bajar las escaleras, y la silla con ruedas que el señorito y mi hermano fabricaron, nunca la saca a la calle.

Cojo los guantes y los sombreros y bajo deprisa por la escalera de servicio, no quiero que me regañen por llegar tarde, abro la puerta del pasillo del servicio saliendo al recibidor.

Mi madre ayuda a la señora que se sostiene sobre bastón con elegancia, le tiendo el sombrero y los guantes y las tres nos ponemos los abrigos.

- ¿Y los chicos? – pregunto a mi madre

- Han ido por el coche – responde, anudándose el sombrero bajo la barbilla

- Se van a llevar una desilusión cuando vean que has bajado puntual – comenta la señora sonriendo, mientras yo me pongo colorada, no es culpa mía llegar tarde a todas partes. Justo en ese momento se abre la puerta dejando ver a dos jóvenes de unos veinte-pocos, uno moreno, ojos oscuros y muy alto, el otro es algo más bajo, castaño y con los ojos azules, ambos, vestidos de negro y muy abrigados, pues afuera nieva.

- Buffy – dicen a la vez, sonriendo por verme allí a la hora

- William, Liam… - sonrío victoriosa a mi vez.



Continuará...





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