Author's Chapter Notes:
Pensé este fic conjuntamente con "Spike mirando a Buffy", que también he posteado aquí.
Otro día espantoso, lleno de hastío. Trabajo, familia, caza. Ir a follarse a Spike. El la está esperando, como cada noche. Buffy va a verlo casi cada noche.
Buffy sola, cuando todos se han ido. Su madre, Giles. A veces siente que también sus amigos. Buffy que ya apenas recuerda que quería ser una chica normal.
Spike es lo único que tiene, realmente.
Él se lo hace casi nada más que entra, sin reprocharle su amargura, su silencio, nada, nunca le reprocha nada mientras empuja entre sus muslos hasta hacerla desfallecer y olvidar todo lo que no sea su cuerpo duro, fuerte, delicioso, esos ojos de que la desea tanto, el placer intolerable que sube desde su vientre por su espina dorsal, derritiéndola. Sentirlo empujar contra su cuerpo con fuerza, sentir cómo la folla. Echados en su cama revuelta, en la cripta, una vez más. Buffy sólo se siente viva mientras lo tiene dentro.
Supo que él podía querer desde la primera vez que lo hicieron. Lo sospechaba, claro, él mismo se lo había dicho. Lo vio quizás en sus ojos aquella vez, cuando Glory. Pero lo supo con tal certeza aquella noche en ese edificio en ruinas que fue como una cuchillada deshaciéndola por dentro. Sentir que la quería destrozó su mundo en pedazos. ¿Le han mentido todos, todo el tiempo, Giles, el Consejo, cada uno de esos libros? Tiene que ser él el que miente.
Pero no, no lo hace. Spike puede querer y la ama a ella, y Buffy no quiere saberlo porque no puede permitirse estar matando…gente. Ser una asesina.



Buffy se repite cada noche que no lo quiere. Que sólo es sexo, nada más. Que no hay nada más entre ellos. Se lo repite tantas veces que casi se lo cree.
Se siente tan oscura, tan sucia, prisionera de esa relación…depravada que le quema por dentro, oscura y devoradora. Cuando él la folla por cualquier garito, atrapándola desde las sombras con la mirada. Spike puro sexo, atracción, deseo, que la pone húmeda solo con susurrarle al oído. Spike que tiene poder sobre ella, sobre su cuerpo y su alma y su voluntad, Spike que la hace correrse gimiendo en el callejón de atrás de la tienda de magia mientras sus amigos se preguntan donde habrá ido. Buffy luego se siente tan…débil y tan sucia. Pero casi se siente peor cuando es ella la que lo folla y se marcha luego sin dedicarle una mirada. No sabe explicarle que es que no puede hacerlo porque si le ve esos ojos de crío pequeño que espera una caricia no parará de llorar nunca y tiene que ser fuerte.
Lo mira y se da cuenta de que realmente no lo conoce. Buffy no sabe lo que es, es un monstruo y un demonio y un enemigo y un aliado y un amante y nunca la han querido como la quiere él. Cómo puede ser tantas malditas cosas, ser tan complicado. Angel...a ella no le parecía tan complicado. Riley no lo era.
Ninguno la hacia gritar en la cama, tampoco. Enloquecer de ese modo por su cuerpo. Morirse por que meta esa cara angulosa entre sus muslos. Buffy se sonroja, como si lo hubiera dicho en voz alta. Acariciando su cuerpo desnudo, ese pelito corto, rubio, el cuello delgado, la nuca tersa, masculina. Le besa la sien, despacio, embriagándose de su aroma, del tacto de su carne contra la suya.



En la cama, gimiendo debajo de él, de nuevo, sintiendo su cuerpo duro, delgado sobre el suyo, abrazándolo. Spike empujándole dentro, haciéndola gemir, casi llorar de placer, esas manos varoniles, acariciantes, expertas, ese estómago musculoso, esa polla magnífica, erguida, tan dura, muy firme dentro de ella, el modo como se mueve, como un maldito demonio. Spike follándola otra vez, no sabe cuántas veces, toda la noche. Comiéndosela a besos, a caricias, follándola hasta hacerla enloquecer, Spike haciendo que se arrodille para chupársela, obligándola a pedirle más. Buffy le ha hecho…cosas que jamás habría soñado hacerle a un hombre y también ha dejado que se las haga él. No sabe cuál de esas cosas la estremece más. Sentir…que puede hacerle lo que quiera, que siempre va a responder a cualquier juego. O entregarse tan completamente a él. Spike que la deshace por dentro con una maestría aterradora, es intoxicante. Buffy gritando, mordiendo su carne tan dulce, firme, masculina, mientras el orgasmo la saca del mundo por unos momentos y sólo quiere abrazarlo fuerte y quererlo.
Buffy que no quiere abrir los ojos.



A veces tiene tantas ganas de besarlo y de decirle que no se preocupe, que todo está bien, que tiene que murmurar cualquier excusa y salir corriendo. Intentando no ver esos ojos tan tristes con los que la mira. No sentir que se muere por que lo abrace. No sentir que a ella le duelen los brazos de no estrecharlo, bailar con él, mecerlo contra su cuerpo y susurrarle cariños al oído.
Cobarde, Buffy siempre huye y termina buscando pelea para desahogarse de su angustia con cualquier vampiro, demonios, lo que sea. Matando porque se siente tan hundida. Miserable.
Sabe que abusa de él, de su situación de inferioridad, enamorado tan perdidamente de ella. Spike acostumbrado al maltrato, también en el amor, y en el sexo, siguiéndola le haga lo que le haga, a su lado si lo folla, si le grita, si lo golpea, si vuelve la cara para no verlo. Recogiendo esas migajas de cariño que se le escapan en la cama, cuando ya no puede más y se abandona bajo su cuerpo y lo mira a los ojos y desea perderse en los suyos para siempre, cuando lo abraza después de hacerlo y él se lo ha hecho tan bien y se siente viva y casi feliz y olvida lo que son los dos y le besa suavemente la sien, la cara, y enreda los dedos en su pelo. Buffy puede mentirle con las palabras pero es tan difícil hacerlo con sus manos. No puede mentirle mientras lo abraza.



A veces es todo tan luminoso, también. Spike le dice tonterías y...barbaridades que la hacen reír, a ella también gusta oírlo reír porque le hace cosquillas, tiene esos ojos tan bonitos.
Spike a veces hace cosas tan enternecedoras. Ir a buscarla al trabajo y llevarle la mochila. Abrirle la puerta para que pase. Acercarse a ella en el Bronze y saludarla con esa carita tímida, muriéndose por que ella le diga que quiere bailar. Buffy nunca lo hace.
Otras veces la pone tan...nerviosa. Descarado, impertinente y diciendo cosas sucias, sacándola de sus casillas. La provoca tanto que termina partiéndole la cara. También le pega a veces por alguna tontería y terminan a puñetazos por cualquier callejón mientras Buffy descarga su violencia en él, su frustración, su rabia, su miedo atroz. Todo lo que se odia.
Pero no quiere pensar en eso, la avergüenza tanto. Se siente tan mal cuando él acude a su lado al día siguiente, con la cara llena de morados y esa mirada de adoración. De pertenencia. Porque sí siente que es suyo, más que nadie, suyo completamente. Suyo como un animal.



Le gusta también…vampiro. Un juego peligroso para Buffy que le muestra cosas de sí misma que no quería saber. Le excita sentir sus labios en el cuello, que la sujeta con los fuertes brazos, inmovilizándola, oír ese gruñido bajo, animal, sentirlo así mientras la folla. Sentir sus labios, su lengua, sus dientes en el cuello mientras se lo hace. Su fuerza aterradora. Quizás ha ido demasiado lejos con Spike…lejos en todos los sentidos.
Buffy intenta de vez en cuando terminar, acabar con el dolor de esa relación malsana, terminar con la atracción, el ansia, la esclavitud. También con la de él.
Spike desbarata todas sus intenciones y propósitos con un ladear de cabeza, acercándose contoneante, poniendo sus manos sobre ella, empujándola a la cama, un poco bruscamente. Buffy quiere decirle que no mientras Spike se deja caer de rodillas con esa mirada turbia y le abre los muslos y ella echa las caderas hacia él porque no puede resistirse y Spike hunde la cara entre sus muslos. Buffy cierra los ojos, intentando ahogar un gemido que casi es de desesperación, acaricia su pelo entre los dedos mientras Spike lame su coño enloqueciéndola y empuja contra su carne con ese ronroneo reverberante que la deshace. Buffy abierta de piernas en la cama de Spike se odia por entregarse a un monstruo, pero ya no puede pensar en nada, solo derretirse mientras le siente los labios, la lengua, el aliento, los fuertes hombros, sólo gemir que no pare y susurrar su nombre. Porque a veces, como ahora, no logra llamarlo Spike. Lo llama William.



Lo acaricia, despacio, suavemente, recorriendo su cuerpo desnudo con los dedos, como hace a veces mientras está dormido. Dormido su mirada no puede hacerle daño. Le susurra al oído mientras lo acaricia y él se le abraza en sueños, le susurra vida mía, cariño mío, mi niño. Mientras Spike duerme Buffy no tiene que esconder que lo quiere tanto.
A Spike se le pone dura de que lo acaricie, Buffy menea la cabeza y sonríe sintiendo tanta ternura por él, lo estrecha contra su cuerpo y él se acomoda, con la cara en el hueco de su cuello. Buffy le pone la mano en la nuca, estrechándolo. Lo despierta apenas, justo para echarse sobre su cuerpo y guiar su dura polla con la mano, despacio, y comenzar a montarlo suavemente. Él abre los ojos, susurrando su nombre, y se deja hacer, mirándola con esa cara de vicioso, feliz de haberse despertado dentro de ella.
Buffy follándolo encima, suave, demoradamente, Spike magnífico jadeando bajo ella, dejándose montar, acariciando sus muslos, sus senos, su cuerpo, empujando contra ella cuando Buffy lo apresa de las muñecas, contra la almohada y podría perderse para siempre en esa mirada turbia de deseo. Y lo mira y piensa…en Angel. Buffy nunca se ha recuperado de Angel. Piensa en lo que tuvo que hacer con él, que también la quería y era bueno y tenía alma y…este…este…esto que tiene debajo cómo no va a tener que matarlo, Buffy sabe que tendrá que matarlo y no podrá vivir después de eso.





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