Author's Chapter Notes:
Aqui dejo el siguiente capitulo, a ver que pasa con la madre de William y Buffy que si recordais, salió a buscar a William. Que disfruteis de la lectura. ^_^
Capitulo 5: Una Carrera


Buffy no sabia cuanto tiempo llevaba corriendo bajo la neblina y la llovizna, lo único que sabía a ciencia cierta, es que cuando llegó al club Ateneo, las piernas le temblaban, su pulso latía desbocado por su cuerpo y notaba como le quemaban los pulmones cada vez que cogía aire.

Buffy no hubiera recorrido medio centro de la ciudad, mojándose y con las faldas recogidas dejando ver las enaguas, por nada en el mundo, al menos hasta el momento en que salió de casa del médico.

Si a Milady Anne le pasara…si ella…y William no estaba allí, jamás se lo perdonaría si mismo, por eso Buffy sabia que tenia que llegar al Ateneo aunque le fuera la vida en ello.

Entro en el recibidor del club como un vendaval, unos caballeros que estaban allí, la miraron durante largo rato, algunos con claro desprecio, mientras la joven intentaba averiguar donde podían encontrarse William y su hermano. Cuando tenia decidido ir a investigar al fondo de la estancia, un hombre con pinta de mayordomo estirado le salio al paso.

- Señorita…lamento decirle que no está permitida su presencia aquí – dijo el hombre con un refinado acento. Buffy le miro de soslayo como si no supiera de qué le hablaba, ya que estaba pendiente de encontrarlos. De pronto Buffy sintió un leve tirón de su brazo izquierdo, el hombre la llevaba hacia la salida cuando ella reaccionó.

- ¿Qué hace? – pregunto Buffy indignada
- Ya le he dicho que no puede estar aquí, señorita – aunque la mirada del hombre dejaba bastante claro que no consideraba a la chica como una señorita precisamente. Aunque la joven no lo sabia, su aspecto era un tanto funesto, llevaba el cabello húmedo y despeinado por la carrera, del chal que había cogido al salir caían gotas sobre el piso, sus botas y parte de los bajos de su falda estaba llenos de barro, tenia la ropa húmeda debido a la lluvia, sin contar con que no llevaba sombrero ni abrigo y que no se había quitado el delantal al salir de casa.

- Hambleton, tengo que encontrar a William Hambleton - dijo Buffy nerviosa, pero el hombre la empujaba todo lo decorosamente que podía hacia la salida sin prestarle atención.
- Oiga, no lo entiende, tiene que buscar al señori…al señor William Hambleton, es muy urgente – dijo la chica desesperada, sin darse cuenta había alzado la voz y los hombres que estaban en la entrada la miraban con reproche, los miró exasperada, pero no conocía a ninguno de ellos – yo…yo no pretendía armar este escándalo, esperaré en la puerta, si quiere, pero por favor busque al señor Hambleton
- Claro que si, señorita, pero tiene que salir – dijo empujándola. Por el tono del hombre, Buffy se dio cuenta de que no tenía ninguna intención de ir a buscar a William
- Escúcheme – dijo alzando la voz de nuevo – tiene que buscar a al señor William Hambleton su madre está muy enferma y…
- ¿Buffy? – la chica se volvió hacia la voz que provenía de su espalda
- ¿Liam? ¡Oh, gracias a dios! – dijo la joven llevándose una mano al pecho
- ¿Qué haces aquí? – pregunto Liam acercándose
- ¿Conoces a esta joven? – preguntó el hombre que aun tenia agarrada a Buffy
- Si, por favor suéltela, es mi hermana – el hombre se apartó unos pasos - ¿Qué ha pasado? – preguntó el joven dirigiéndose a Buffy
- Es Milady… ha tenido un…un ataque muy fuerte…madre me hizo ir a por el medico, tenemos...tenemos que irnos, Liam – el joven asintió entendiendo la gravedad del asunto
- Señor Preston – dijo Liam volviéndose hacia el hombre que había detenido a su hermana – seria tan amable de dirigirse a la biblioteca para buscar a mi amo, el señor William Hambleton y decirle que hay un asunto grave en casa. Le esperaremos en las cocheras.
- Si, por supuesto – respondió el hombre dirigiéndose hacia la biblioteca.

Por su parte Liam y Buffy se dirigieron hacia las cocheras, la rubia hubiera preferido coger un carruaje, pero tardarían más, así que ensillaron dos caballos, estaban sacando a los rocines cuando un apresurado y nervioso William llego a las cocheras.

- ¿Liam, se puede saber que…? ¿Buffy? – el joven se detuvo al ver a la chica, ¿Qué podía haber pasado para que Buffy estuviera allí… y estuviera… así? La chica estaba empapada y desaliñada, ella levantó la vista y le miró con preocupación, fue entonces cuando William cayó en la cuenta, Madre, oh por favor, que no sea…que este…viva - ¿Qué le ha pasado? – preguntó acercándose a Buffy y tomándola por los hombros, la chica sólo le miraba, así que él la zarandeo con fuerza - ¡Buffy! ¿Qué le ha pasado?
- Ha…ha tenido un… - empezó a decir ella mirándole a los despavoridos ojos azules.
- Habla ¡maldita sea! – gritó el joven desesperado, agitando a la chica con fuerza.
- ¡William! – gritó Liam, separando a su hermana del hombre, el rubio le miró nervioso y luego se volvió a la chica
- ¡Oh! dios, Buffy, perdona…perdóname por favor – dijo William acercándose a la joven avergonzado por su brusco comportamiento, la chica asintió, aceptando las disculpas.
- Venga, vámonos – dijo Liam subiendo a uno de los caballos con agilidad, William hizo lo propio con su caballo y antes de que Liam pudiera decir nada, William le tendió la mano a Buffy que lo miró confusa. El joven le sonrió en forma de disculpa y ella aceptó su oferta subiendo al caballo tras él. Liam no había perdido detalle de la escena y le dirigió a su hermana una mirada reprobadora, luego salió a galope de las caballerizas, seguido de cerca por el otro caballo.

Buffy hizo todo el camino abrazada a William por la cintura, con los ojos cerrados y centrada en no caerse del caballo. Lo cierto es que estaba mareada y sentía nauseas, pero estaba más preocupada en llegar a la casa y comprobar que Milady Anne estaba bien.

En apenas diez minutos recorrieron medio Londres, después, el caballo frenó en seco empujándola contra la espalda de William y luego hacia atrás, encabritándose. William y su hermano bajaron de un salto, el señorito corrió hacia la puerta mientras Liam la ayudaba a desmontar, luego los tres entraron en tromba a la casa.

Los dos hombres se precipitaron hacia la sala de estar, cada uno acercándose a su madre con preocupación, William se arrodilló en el suelo, besando la mano de Milady que le sonrió levemente, había dejado de toser y el médico la auscultaba mientras la enfermera preparaba una medicina. Buffy lo vio todo apoyada en el marco de la puerta, le pareció oír decir al doctor Giles, que solo había sido una pequeña crisis y que lo único que necesitaba ahora la señora, era descansar. Buffy sonrió aliviada, justo cuando empezó a ver multitud de pequeñas luces blancas parpadeantes, se agarró al marco y las luces desaparecieron quedando todo en negro.



Continuará...





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