CAPÍTULO 2: Debilidades

“Spike, basta de juegos y dime la verdad, no puedo creer que me entregues todo esto sin nada a cambio” dijo la Cazadora frustrada. “¿Qué es lo que quieres? ¿O me lo estás restregando en la cara? Porque si es así lo vas a lamentar” concluyó entre dientes.

Spike suspiró exasperado ¿Cómo podía ser tan densa para pensar en algo así? Tal vez un año atrás tales acusaciones tendrían sentido, no ahora. No después de todo lo que pasaron. Uno pensaría que merecería un poco más de confianza o el beneficio de la duda al menos. Spike la miró irritado.

“¿Qué te hace pensar que quiero algo a cambio? Te dije que he cambiado Buffy, qué tengo que hacer para probártelo? El ser torturado por un dios infernal, ayudarte cuando era necesario, cuidar de Dawn cuando tú te habías ido a pesar de que lo único en que pensaba era en saludar al sol cada mañana durante 148 malditos días--” Spike pausó tragando el nudo que se le había formado en la garganta y mirando al suelo.

Su mente retornó a aquel doloroso día en el que el cuerpo de la Cazadora fue bajado lentamente en la tierra, en una ceremonia sencilla en la que sólo aquellos que contemplaron su deceso participaron, concretada de noche a pedido de Dawn. Ella quería que Spike asistiera, pero el vampiro se negó amablemente diciendo que no merecía tal honor. A insistencia de la joven, sin embargo, Spike asintió finalmente con la condición de observar desde lejos.

Realmente no quería ir.

No sólo porque no lo merecía -aún pensaba que era su culpa que Buffy tuviera que sacrificar su vida- sino porque no deseaba que los demás lo vieran desmoronarse como en esa mañana. Menos aún enfrente de Angel, que estaba seguro asistiría. El sólo pensamiento de que tendría que ver al vampiro revolvía su estómago.

Así que esa noche la ceremonia se concretó en un lejano pero bello rincón del bosque para evitar cualquier indiscreción en el mundo humano y no humano. Spike observó desde detrás de un árbol, donde pudo ver y escuchar a una Dawn vestida de negro y pronunciando en voz alta las últimas palabras de su hermana, llenas de esperanza y afecto hacia los que dejó atrás. El pequeño grupo se desintegró en lágrimas. Las palabras y sonidos de los sollozos penetraron el escudo que Spike había construido alrededor suyo, hasta que una por una imágenes de Buffy asaltaron su mente: Buffy sonriendo, Buffy llorando, Buffy peleando, Buffy bailando, Buffy asustada, Buffy irritada, Buffy bromeando, Buffy amando. Todo en cuestión de segundos.

En un rugido de agonía Spike depositó todo su dolor, alarmando al acongojado grupo y sobrecogiendo a Dawn. La afligida joven se acercó a la forma acuclillada del vampiro y sin pensarlo lo rodeó con sus brazos. Spike se aferró a ella como si de ello dependiera su existencia, sin saber que de hecho así era. Su único cable a tierra.

Por mucho tiempo se quedaron en ese estado hasta que un leve sonido alertó a ambos. Spike levantó su mirada a una sonrojada Dawn, que con una tímida sonrisa se separó de él. El vampiro se levantó y extendió su mano. Ella la tomó y Spike sonriendo dijo “Es hora de alimentarte, Nibblet. Tu hermana me estacaría si supiera que no comes por culpa de este malvado vampiro.” Dawn rió con él y tomados de la mano se alejaron del lugar.

Spike despertó sobresaltado de su viaje mental cuando sintió una mano presionar su brazo. Levantando la mirada se encontró con los ojos preocupados de la Cazadora.

“Spike, estás bien?”

En ese momento Spike sintió su rostro húmedo. Lentamente pasó una mano por sus mejillas y luego la contempló extrañado. ¿Cuándo habían caído sus lágrimas?

“Spike?” insistió Buffy. Luego de que el vampiro terminara su exabrupto acerca de su falta de confianza en él con la mirada perdida y un extraño silencio, Buffy llamó su nombre varias veces sin éxito. Su preocupación creció cuando vio silenciosas lágrimas correr por su rostro. La vista era perturbadora, era la primera vez que lo veía tan afligido. Ni siquiera cuando regresó ebrio a Sunnydale luego de que Drusilla lo abandonara lo había visto tan adolorido. Su corazón se llenó de simpatía por el vampiro y se acercó a él con el fin de confortarlo de la misma manera que él lo hizo por ella.

Spike la miró atentamente, como esa noche la primera vez que la vio con vida de nuevo bajando las escaleras. No pudo evitarlo, sus ojos se llenaron de lágrimas y esta vez no las detuvo.

Lágrimas de alivio.

En un movimiento que la tomó por sorpresa Spike rodeó con sus brazos la pequeña forma de la Cazadora en un estrecho abrazo. Buffy, atónita, se quedó firme en su lugar por un momento.

Luego de reconocer en el vampiro la desesperación por confirmar en ella su renovada existencia, Buffy lo rodeó con sus brazos alrededor del cuello mientras escuchaba sus murmullos de amor y de alivio, acariciando con timidez sus extrañamente suaves mechones platinados y susurrando palabras de consuelo.

Spike estaba en el Cielo. Buffy estaba consolándolo. A él. No huyó despavorida ni le propinó un puñetazo cuando se abalanzó a ella en un arranque de desesperación como temía sucedería.

‘Tal vez haya esperanza...’ pensó con la cabeza enterrada en el cuello de la Cazadora e inhalando el aroma puramente Buffy: vainilla, feminidad y poder. ‘Exquisito’ fue la palabra que se le cruzó en su mente intoxicada de sentidos electrizados. “Buffy...” murmuró en sotto voce.

Buffy sintió sus manos empezar a deslizarse y depositarse en su espalda baja, sólo para presionar levemente con las palmas la suave curvatura. Era un área particularmente sensible para Buffy e inadvertidamente sostuvo su respiración inhalando así su aroma: tabaco, alcohol, cuero y una esencia única de él debajo de todo eso. ‘Mmm, hombre’ fue lo que pensó, y su corazón tomó velocidad.

Buffy no pudo evitar las comparaciones entre él y sus hombres anteriores. Su cuerpo encajaba perfecto con el de ella, sin necesidad de estar maldiciendo su baja estatura cada vez que quería un beso. No se sentía agobiada por su cuerpo como había sucedido con Angel y Riley. Sólo debía levantar su cabeza levemente y sus labios estarían sobre los de él. 'Woah, Buffy, qué diablos estás pensando?! Es Spike por todos los cielos!' pensó alarmada, '...mmh, huele tan bien... bueno, él siempre fue muy limpio... Dios mío, me volví loca!' Definitivamente tampoco se sintió de esta manera con Scott o el idiota de Parker.

Spike sintió la tensión repentina en el cuerpo de Buffy y levemente se separó de ella. Sus ojos buscaron los de ella y Spike vio incertidumbre, confusión y una pizca de deseo en ellos. 'Podría ser...? Nah, imagino cosas'. Pero su olfato no lo engañaba. Podría claramente percibir un leve cambio en el aroma de la Cazadora. Sus ojos se enfocaron en sus labios color cereza y Buffy inconscientemente los humedeció. Spike gruñó bajo al ver su lengua rosa asomarse y el sencillo acto reflejó el deseo en sus ojos.

Buffy sentía su cuerpo encenderse al sentir sus ojos zafiros observarla bajo la tenue luz de las velas. 'Qué intensos...' pensó acalorada, 'podría sumergirme en ellos...' Una voz en el fondo de su cabeza le decía que esas no eran buenas reacciones, pero ella no lograba escucharla del todo al verse tan intensamente observada por sus azulados, y cuando escuchó a Spike gruñir de deseo su corazón se aceleró excitado.

El sonido de sus latidos, su intoxicante aroma y la calidez de su cuerpo invadió los sentidos de Spike, y al ver que su mirada igualaba en intensidad a la suya, Spike tomó una decisión de vida o muerte. 'Al diablo...'

Con sus potentes brazos atrajo para sí la forma de la Cazadora y presionó sus labios a los de ella. Una exclamación de sorpresa quedó silenciada en su interior y Buffy quedó atónita por tercera vez en esa noche. Lentamente sus ojos se cerraron y su cuerpo se rindió a la sensación de ser besada por primera vez en mucho tiempo. Spike buscó permiso para invadir los secretos de sus profundidades y con una gemido Buffy separó sus labios permitiéndole la entrada. Lentamente toda la tensión de los últimos días fue abandonando su cuerpo, ablandándose mientras que el de él se endurecía. Spike la besó con abandono, pasión y determinación, demandando lo mismo en ella. Buffy le respondió con igual intensidad. 'Dios, hacía tanto... cuándo fue la última vez....?' pensó de pasada.

'...y qué rayos estoy haciendo...' Buffy suspiró bajo al sentir las manos de Spike deslizarse debajo de la blusa y acariciar su espalda en forma sensual. Spike liberó sus labios permitiendo en ella el muy necesario aire y continuó besando el contorno de su rostro y cuello, aplicando una ligera presión con sus labios, y al sentir en esa zona su pulso frenético el vampiro gruñó de deseo y mordió la aterciopelada piel con sus dientes humanos, provocando una reacción inmediata en la Cazadora.

Buffy sintió su cuerpo electrificarse ante el erótico ataque y le permitió al vampiro más acceso atrayendo hacia sí su cabeza y exhalando un gemido arqueó su forma a la de él, quien al ver su reacción entusiasta decidió ir más allá y dirigió una de sus manos al frente, atrapando de esa manera uno de sus pechos a través de la fina lencería y presionando con la palma, tomando entre sus dedos la punta ya erecta y demandando atención. Buffy sintió su sangre elevarse y su respiración dificultosa y entrecortada.

Spike creyó enloquecer escuchando los sonidos de Buffy y su aliento profundo en el oído, provocando que toda su sangre se dirigiera a regiones sureñas. Acariciando cintura y espalda de su Cazadora, Spike deslizó su mano más abajo y la desapareció dentro de su ropa presionándola hacia sí, obligándola a sentir la evidencia de su deseo y provocando en ella el placer de la fricción de sus cuerpos. Spike exhaló un profundo gruñido que quedó perdido en la batalla de sus besos y la levantó del suelo. Inmediatamente Buffy rodeó su cintura con sus poderosas piernas y se aferró a su cuello.

Buffy estaba completamente perdida. Una batalla de definía dentro de ella entre su cabeza y hormonas, lo cual jamás le había sucedido. Siempre se consideró a sí misma una persona centrada y lógica, no dejando que sus necesidades de mujer tomaran el control de sus decisiones. Ni siquiera cuando entrenaba con Angel luego que él volviera del infierno dejó que sus hormonas le ganaran. No hasta este punto al menos. ¿Cuál era la diferencia ahora?

Sus hormonas decían ‘la Cazadora es un ser lleno de pasión, se vale de ella para proteger a los que ama y perseguir a sus enemigos. Un simple ser humano no es capaz de llenar sus necesidades más profundas. Es natural que se sienta atraída por alguien superior a un humano, alguien igual a ella.’ Su cabeza argumentaba ‘pero yo soy Buffy además de la Cazadora y este vampiro resulta ser William El Sangriento.’ A lo que Hormonas de Buffy replicó ‘a quien le confiaste la vida de tu hermana y cumplió su promesa, cuando podía haberse marchado. Y aunque nunca lo admitas siempre te has sentido atraída hacia él, especialmente desde ese hechizo fallado.’ Cabeza de Buffy no pudo negar eso pero declaró ‘si llego más allá de este punto no hay vuelta atrás. Mis amigos y Giles jamás lo aprobarán y no estoy segura de que yo tampoco lo haré.’ Hormonas de Buffy lo entendió y argumentó ‘no interesa mucho ahora no? Después de lo que has pasado el sentir algo más que depresión es un alivio. Además, no tienen que enterarse, verdad? Será tu oscuro secreto. Mira lo que te ha hecho sentir con sólo un beso. Quien sabe lo que un siglo de experiencia tiene para ofrecerte.’

Cabeza de Buffy se rindió y Hormonas de Buffy tomó el control.





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