CAPÍTULO 4: Mi amante vampiro

Spike adoptó un ritmo lento al principio, movimientos largos y profundos que Buffy seguía con fervor, ambos atrapados en un baile sensual que ha permanecido intacto desde el principio de los tiempos, sus ojos nunca apartados uno del otro. Hasta que los de Spike se posaron en sus labios carmesí y con un suave gruñido los tomó con pasión, conectando sus cuerpos en ambos puntos.

Buffy podía sentir los músculos de su varonil espalda moverse bajo sus dedos con cada esfuerzo. Sus labios se separaron milímetros, sus ojos entreabiertos se encontraron. Buffy recorrió con la punta de la lengua los labios de él, incitando un gemido gutural en el vampiro e incrementando sus ritmos. Spike encontró su punto interior escondido y enfocó sus esfuerzos allí. Buffy inhaló con fuerza ante la sensación y rodeó con sus piernas la delgada cintura de su amante, profundizando sus movimientos. Delicadas uñas arañaron la suave piel de su espalda y Spike se estremeció de placer, su cabeza enterrada en el cuello de la Cazadora murmurando palabras de amor y deseo.

Sintiendo la necesidad de ver el cuadro completo, Spike se sentó en sus talones y atrajo hacia sí las suaves piernas de la Cazadora, sin perder el ritmo, teniendo de ese modo una vista perfecta de los detalle de su unión. La nueva posición les permitió a ambos observar cada contorno de su amante, cada expresión de placer, cada pormenor de músculos al contraerse. Nunca habían visto nada más erótico y sintieron su sangre estremecerse.

Buffy se aferró a él cuando experimentó en su vientre y estómago las señales de la aproximación de un potente clímax. Spike sintió sus paredes comenzar a temblar alrededor suyo y aceleró aún más sus movimientos, coincidiendo en ritmo con los sonidos de su Cazadora y haciendo que el volumen de los mismos se incremente a medida que se iban acercando a la cima.

Al ver que su deseo ya no podía ser retenido, Spike posicionó nuevamente su rostro al nivel del de Buffy y ésta inmediatamente lo rodeó con sus piernas. El vampiro colocó su fuerza sobrenatural en sus movimientos, los que Buffy recibió con fervor, y al sentir que su clímax se aproximaba Spike comenzó a estimularla en la unión de sus cuerpos.

Buffy clavó sus uñas en la espalda de Spike y su respiración se detuvo en su garganta al ser golpeada por su orgasmo. Las oleadas de placer sacudieron su cuerpo y sus potentes músculos internos estrujaron en Spike cada centímetro de su masculinidad, provocando en el vampiro su propio clímax, al mismo tiempo que su demonio salió a relucir y profirió un rugido que reverberó en toda la cueva. Aún temblando por su clímax Buffy observó sus ojos dorados y sin pensarlo expuso su delicado cuello, tomó a Spike de los cabellos y lo dirigió hacia ella. El vampiro no perdió oportunidad y olvidando completamente el chip en su cabeza enterró sus colmillos en la suave piel.

El poder de su sangre de Cazadora agregado a la dulzura de la esencia única de Buffy en su lengua fue como un elixir de los dioses para Spike y lo llevó a un segundo clímax aún mas potente que el anterior, sus movimientos cobrando un vigor frenético haciendo que el sonido de sus cuerpos golpeando uno contra otro rivalizara al de sus jadeos y gemidos. La Cazadora se rindió completamente a él, el cegador placer de sus colmillos y potente virilidad pistoneando dentro suyo la arrojaron una vez sobre un precipicio más profundo que el de sus antecesores, el nombre de su amante escapando de sus labios, perdida en la sensación más intensa de su vida.

Sus músculos internos amenazaron con estrangular a Spike pero sirvió al vampiro para extender su clímax a puntos jamás llegados antes en sus 121 años de existencia. A su término la fuerza abandonó su cuerpo y colapsó sobre el de Buffy. Su cerebro intoxicado registró su demonio aún latente y con gran esfuerzo se concentró y lo sometió a su interior, extrayendo sus colmillos y limpiando lánguidamente cualquier remanente de su elixir, cerrando a la vez los orificios. Spike besó tiernamente su marca en la Cazadora y posicionando su cuerpo de costado tomó a una extenuada Buffy de la cintura y la atrajo a sí con firmeza y delicadeza a la vez. Su mano dibujaba círculos en su espalda mientras esperaba que su Cazadora recuperara sus fuerzas y su abrazo se intensificó al pensar que junto con sus fuerzas, sus cabales acerca de lo que acabaron de hacer. Spike no era muy optimista considerando su historial con ella.

Buffy se encontraba en una encrucijada mental. Hormonas de Buffy perdía control sobre ella y Cabeza de Buffy volvió con una fuerza atemorizante al relatar los acontecimientos recientes. Mientras que su cuerpo se regocijaba en la increíble sensación de satisfacción, el estupor se disipaba a medida que sus latidos tomaban un ritmo no del todo normal teniendo en cuenta que estaba en el piso de una cueva en quién sabe dónde, con un vampiro que solía despreciar y al que no sólo le entregó su cuerpo sino también el santuario de su sangre. Buffy podía sentir una ola de pánico apoderarse de ella pero casi al mismo tiempo se percató de algo más. Algo en esa oración llamó su atención.

Buffy podía sentir.

Desde el momento que ingresó a la cueva su mente y cuerpo se vieron invadidos de sentimientos, emociones y sensaciones que no sabía que anhelaba hasta ese momento. En ese pequeño espacio la deprimente inhabilidad de sentir que la ha acompañado desde que volvió de la muerte no desapareció por completo pero gracias a Spike se fue desvaneciendo de su ser por unos preciosos momentos. La calidez en su corazón retornó y con gratitud abrazó el sentimiento.

Buffy sintió los brazos de Spike ajustarla un poco más y sus pensamientos tomaron nota de texturas, aromas y presiones. El modo perfecto de cómo su cuerpo encajaba con el de ella casi la asustaba. El vampiro apoyó su rostro en la cabeza de su amada e inhalando su aroma suspiró profundamente.

Buffy se apartó de sus brazos lo suficiente para ver su rostro y sus ojos se posaron sobre los de él. Spike contempló los grandes y expresivos ojos verdes de su preciosa Buffy y una sonrisa dulce asombró en sus semblantes.

Buffy elevó su rostro y con un roce de sus labios sobre los de él susurró “Gracias, Spike.”

Spike la miró asombrado y respondió: “No tienes nada que agradecerme amor, al contrario, yo soy quien debería estar besándote los pies en gratitud por dejarme tenerte en mis brazos siquiera”. ‘Sin mencionar el probar la dulzura de tu cuerpo y no estacarme al final por haberte mordido…’ agregó mentalmente. Spike todavía no cabía en sí de regocijo y estaba más enamorado que nunca de ella.

Buffy rió de su expresión de completo asombro. “Tengo mucho que agradecerte en realidad”.

“Si? Dímelo y continuaré haciéndolo si ésta el la recompensa al final” murmuró con una sonrisa y sobre sus labios, los que tomó primero con sus dientes y cuando ella lo acarició con su lengua Spike gruñó bajo y la consumió con sus labios.

Luego de unos minutos de intercambiar intensos besos Buffy se apartó para tomar aire mientras Spike apoyaba su frente en la de ella y una mano en su rostro.

“Decías?” murmuró acariciando la mejilla con el pulgar.

Buffy sonrió con los ojos aún cerrados por el beso. “Bueno, primero que nada, no te di las gracias aún por encontrar una solución a mis problemas financieros.”

Con un beso casto Spike murmuró “Creo que ya me has agradecido para siempre Cazadora.”

Buffy golpeó su pecho en broma. “Hey, estoy tratando de hablar en serio aquí!”

Spike fingió indignación. “Y piensas que yo no? Crees que sería capaz de hacer bromas sexuales en este estado?”

Buffy reparó en la posición en la que yacían y al ver su máscara de seriedad estalló en una carcajada.

El sonido deleitó a Spike a más no poder. Nunca antes la había escuchado reír.

Cuando se calmó Buffy sonriendo dijo “No, en serio, mi gratitud a ti no se debe sólo a lo material.”

Spike levantó una ceja en cuestionamiento. “Bueno, además de haberte brindado el orgasmo más potente de tu vida, en qué otro modo te he complacido?”

Buffy lo golpeó nuevamente por su arrogancia, sin poder negar el hecho pero tampoco iba a confirmarlo. ‘Mejor no inflo más su ego o no voy a ver el fin de esto… no voy a decirle tampoco que lo deseo de nuevo o no saldré de aquí caminando’ pensó Buffy con humor.

“Me has dado algo invaluable” dijo mirándolo fijamente. Spike la observó esperando su respuesta.

“Hiciste que sienta nuevamente.” Buffy tomó su rostro entre sus manos y con un beso agregó “Por unos momentos me sentí como era antes de morir, como un ser humano completo, pero por sobre todo, como una mujer.” Otro beso, más largo. “Gracias, Spike.”

Ante su declaración Spike la tomó fuertemente entre sus brazos.

“Cuando quieras amor, cuando quieras.”

Se quedaron un rato así, con brazos y piernas entrelazados y rostros escondidos en cuellos y hombros. Spike notó su marca y comenzó a besarla son firmeza. ‘Mía!’

Buffy sintió un tremor atravesar su cuerpo por la sensibilidad que obviamente poseía la mordida. Sus ojos se agrandaron. ‘Mordida?!’ Dios mío, dejé que Spike me mordiera!!! Cómo rayos pude permitir algo así?! No, no lo permití, prácticamente lo obligué a hacerlo!’ En un instante Buffy se apartó de sus brazos y se puso de pie, una mano sobre la marca y con una expresión de horror en el rostro.

Spike se puso de pie y se acercó a ella cuidadosamente. Sospechaba que esto iba a pasar pero aún no sabía qué decir para calmarla.

“Buffy? Estás bien?” Buffy no respondió y miró al suelo. “No tienes de qué preocuparte amor, no hiciste nada malo, al contrario, es natural.” Buffy lo miró entonces.

“Natural? Es natural que deje que alguien tome mi sangre cuando... lo estamos haciendo?” dijo incrédulamente. Spike sólo la miró con calma.

“No amor, es natural que anheles la mordida. La Cazadora dentro de ti debe habértelo pedido a gritos no?”

“Y qué diablos tiene que ver una Cazadora con querer que la muerdan?!”

“Responde esto Buffy, por qué crees que el idiota de tu ex volvía una y otra vez a ese antro de vampiros para que lo mordieran?”

Buffy tragó en seco. “Estás tratando de decirme que me estoy haciendo adicta luego de que un par de vampiros me mordieran?”

“No amor, al contrario de un ser humano normal una Cazadora no es afectada en lo más mínimo por una mordida de un vampiro cualquiera. Es como una especie de inmunidad. Pero tú no fuiste mordida por unos vampiros cualquiera, no es así?”

Buffy asintió resignadamente. “No.”

“Angel te mordió, verdad?”

Buffy no respondió por un momento. ‘Es tan obvio?’

“Cómo sabes que él me mordió?”

Spike se encogió de brazos. “Reconozco la marca, amor. Dru la tenía, Darla la tenía e incluso yo tengo algunas en el cuerpo.”

Eso picó la curiosidad en Buffy. “Quieres decir que tú y Angel...”

Spike hizo como si el asunto fuera de lo mas normal. Buffy levantó ambas cejas en asombro y luego frunció el ceño. Con una mirada barrió el cuerpo de Spike.

“Espera, él me mordió una sola vez y me dejó una marca muy evidente, tú estuviste años con él y no veo ni una sola en ti, por qué?”

“Es que no ves bien amor, si te fijas con cuidado verás que tengo decenas de ellas por todos lados, especialmente en el cuello. El hecho de que en ti sea tan visible es porque él lo quiso así. El maldito quiso dejar bien en claro para el mundo a quien pertenecías” dijo Spike entre dientes. “En cambio a mí, lo hizo así simplemente porque no le gustaba que mi piel estuviera marcada. Incluso ordenó a Dru que no me mordiera en otro lado que no sea en las muñecas, ella carece de control para hacer las mordidas invisibles.”

“Ya veo, entonces que tiene que ver con que te obligara a morderme?” preguntó Buffy impaciente.

“Peaches no es un vampiro cualquiera, amor. Desciende del Maestro y al ser él de la línea de Aurelius, una mordida de él es suficiente para desear más, Cazadora o no. Por eso seguramente deseabas que Angel te mordiera y anhelabas que yo lo hiciera también” concluyó Spike con una sonrisa maliciosa.

Buffy frunció el ceño aún mas. “Quieres decir que de ahora en más voy desear todo el tiempo que me muerdas?”

Spike contempló apreciadamente su cuerpo con una sonrisa. “No todo el tiempo amor, pero definitivamente no podrás estar satisfecha hasta que lo haga. Dime una cosa, cuando fue la última vez que estuviste realmente satisfecha?”

Buffy sondeó su mente con explicaciones y motivos, pero no pudo encontrar ninguno que se aplique al hecho de que en todos sus actos sexuales esa sensación de intranquilidad que venía después no se debía al stress ni al cansancio del patrullaje ni a otras excusas. No luego de haber oído esta pieza de información de Spike. Y una vez más tenía que darle la razón al vampiro. La única vez que realmente se sintió satisfecha fue cuando fue mordida por él. Pero no iba a decírselo, noooo. Si era tan listo que lo resuelva él.

“Debo irme. Giles debe estar esperándome” dijo Buffy repentinamente. Si permanecía unos minutos más en su presencia tal vez no logre resistirse a esos ojos dorados y quiera que la muerda otra vez.





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